
Puertas cerradas, no más risas
El patio extraña los pequeños pasos, los balones rebotando, los hula hula que danzan y silban con la brisa…
Que acabe pronto el verano…
Manuela Sánchez
I
El sol caía torcido entre los árboles del patio. Yo, con los calcetines desparejados, soñaba con ser astronauta desde el tobogán. Ahora viajo en trenes grises y solo me deslizo por plazos y cafés fríos.
II
En el patio aprendí a callar cuando las niñas jugaban a ser delgadas y los niños gritaban fuerte. A veces echo de menos el recreo, no por feliz, sino porque ahí empezó todo y aún no he terminado de desaprenderlo.
III
Palabras que aún viven en los muros,
Abrigos olvidados en los rincones,
Tizas rotas contando secretos,
Inviernos de juegos sin relojes,
Olor a infancia entre ladrillos y voces.
Anita
I
Todo empezó con la simpleza de un título raquítico…
II
Cuantas lágrimas derramará ese patio cuando se sienta solo, sin esos pequeños pies correteando en él, sin tantas risas, sin tantas vocecitas contándose batallitas y jugando a ser mayores…
III
¿Habrá conseguido el sustituto del profe de humanas quitar la mancha?
Juanma García
Se cierran los portones y el bullicio se desvanece. El patio, antes vivo de risas y carreras, guarda el eco de una infancia en pausa. Las sombras de las porterías y canastas se alargan, mudas. Solo el viento juega, bajo el sol justiciero de agosto, como si también echara de menos a los niños.
Nemesio Laverde
No era mi lugar.
Mi lugar era la biblioteca.
El aula.
La iglesia.
Lugares dónde podia moverme en igualdad de condiciones.
Me gustaba el baloncesto, pero nunca me compraron unas zapatillas de deporte.
Asi que siempre me quedaba en un rincón.
Desplazada.
Observando.
Callada.
La Renacida
Lágrimas en septiembre por el comienzo.
Lágrimas en junio por el final.
Ángel Salgado I
Dejar de correr, exhausto, para buscar en tu mirada la fuente de energía necesaria para seguir jugando.
Ángel Salgado II
La primera amistad verdadera, la primera pelea con honor.
El primer sonrojo inocente, el primer engaño que marcó.
La primera guerra con estrategia, la primera riña de un mayor.
El primer amor ingenuo, el primer castigo que dolió.
Ángel Salgado III
Una reina en la portería, mientras se jugaba un 21 alrededor. Al lado un elástico para saltar y, pintado en tiza en el suelo, cuadrados de diferente color.
En temporadas las canicas, el trompo y el frontón. Peleas de tazos y mucho jaleo por cambiar tacos de cromos por alguno que fuera mejor.
No recuerdo una etapa más bonita que la que en el patio de mi colegio viví yo.
Ángel Salgado IV
Cual senior colegiala, me deshice de libros, apuntes, madrugar e incluso trasnochar para alcanzar mi esperad meta. Ahora llegan días de largos recreos en un patio de colegio, frente al mar, quizá…
Patricia Delgado
