En estos tiempos que corren, que vuelan sin remedio y en los cuales parece que gateamos sobre él, alzando las manos como queriendo atraparte sin solución factible, quiero dedicarte unas palabras a ti, tú que eres tan criticado.
En esta década que sobrevivimos donde el papel debería ser artículo de lujo, donde el lápiz adquiere tintes diferentes y donde la redundante tinta se borra sin necesidad de cuchilla que dañe la epidermis del anterior, tú estás ahí.
En estos años de hastío, en el parchís ya no se pierde una sola ficha y el azar es más azar que nunca…
En los meses en los que no hay inmortales pero sí mediocres inmortalizados…
En estas semanas en las que la distancia de seguridad es imprescindible…

En estos días en los que relacionarse cada vez es más difícil porque hemos olvidado conjugar el verbo dialogar…
En estas horas que vemos en una muñeca sin manecilla de reloj…
En estos precisos minutos en los que posiblemente me estés leyendo…
Ahora justo ahora, que nadie te venda la moto; tú eres solución y no problema a mil y una historia y yo contigo en mis manos me siento hasta más seguro.
Querido móvil, gracias por existir y por minimizar esas tareas que antes nos llevaban horas y ahora, en estos tiempos que vuelan, solo son un par de clics.
¡Que levante la mano el smartphone…!
Deja una respuesta