Sevilla y su Madrugá…
Explosión de sentimientos desmedidos, explosión de júbilo sin parangón, noche de Esperanzas separadas por el río de mi amor.
Sevilla se tiñe de nocturnidad para ver a su Señor como camina sin preguntar, cuando la calles callan sin rechistar rezándole al Gran Poder, agradeciéndole al Gran Poder, mirando al Gran Poder, llorándole al Gran Poder, cuando casi no puedes ni respirar, ni hablar…
Madrugá, Silencio de tradición arraigada, Silencio nada ruidoso que llega y se va, cómo marcan tiempos pretéritos, echando una alicuota la mirada atrás. Concepción, azahar de la Madrugá, palio de plata, Jesús Nazareno acaba de pasar mientras, en el Monte Calvario muere un buen Hombre que hace ná lo acababan de Presentar. Presentación de Magdalena, de cola de ruan.
¡Ay, Madrugá! ¿Una Centuria? Yo contaría por miles los más…
Arco de mis amores, Arco de mil sensaciones que dichoso al verte pasar. ya camina el sentenciado, se abrieron las Puertas del Cielo hace una eternidad, el gentío te mira sorprendido, y mira que son años ya. Ya camina el Sentenciado, el mejor de los Hombres, el mejor y sin igual, ya camina sabedor de la Sentencia que se acaba de promulgar.
¿Y en Triana…? ¿Tres? ¿Solos tres? Sigo contando por miles las más…
Caes y caído te aferras a la esa piedra primera que en Pureza es bandera de una devoción popular. Tus marineros te acompañan porque caminar, lo que se suele denominar, caminar en soledad no es lo tuyo. Incluso el mismo caminar se te hace ínfimo…
Qué se oye en la lejanía de Sevilla, aires de San Román, Santuario Gitano, de pecho desgarrado, abierto de par en par. Huele a canela y clavo, a gente de raza, para qué exaltar… hechuras y semblantes morenos, Salud y Angustias pa reventar, cómo camino el Gitano camino de la Catedral. Una cuadrilla callada, de carne de gallina la piel te dejará, tú solo déjate llevar… mente en blanco, siente y reza solo al que pronto se va, que los sentidos se te inunden un ese sentimiento y del derroche, de una elegancia apretá, ya camina el Gitano por las calles, ¿y lo que viene detrás? Madre de todas las Angustias, Madre del Pueblo Gitano, no sé qué más decirte, no sé qué más agradecerte, no sé qué más versarte si mis lágrimas ya se entienden.
Sevilla, Madrugá… Esperanza la de Triana, Esperanza la de La Macarena… ¿rivalidad? Dejen las chanzas ancestrales, recen, recen que se nos van, ya caminan por sus barrios, cada una a su estilo va. No cabe más que rezarles y pedirles por los que están, que los que faltan ya las ven, desde esos balcones del
engalanados del cielo, y nosotros debemos dejar el duelo y vivir y vivir y vivir…
¡Que no nos falten nunca nuestras Esperanzas!

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