El Real Betis Balompié sumó una nueva derrota en LaLiga EA Sports al caer 2-0 frente a la Real Sociedad en el Reale Arena. Los de Manuel Pellegrini llegaron con la intención de recuperar sensaciones tras recientes tropiezos, pero sus errores defensivos y la falta de contundencia ofensiva volvieron a condenarlos. Apenas habían transcurrido 14 minutos cuando un desajuste en cadena terminó con Diego Llorente marcándose en propia puerta. La jugada, que comenzó con una mala entrega de Bartra, reflejó las desconcentraciones que tanto han castigado al equipo en esta temporada.
A pesar del gol tempranero, el Betis intentó reaccionar tímidamente, pero las oportunidades brillaron por su ausencia. El equipo apenas generó peligro, limitándose a un disparo desviado de Vitor Roque y un cabezazo de Jesús Rodríguez, quien destacó en su primera titularidad en liga. Sin embargo, la falta de profundidad y claridad en el juego fue evidente. Antes del descanso, la Real Sociedad amplió su ventaja gracias a un penalti discutido señalado por el VAR, transformado por Mikel Oyarzabal, y que terminó de hundir anímicamente a los verdiblancos.
La segunda parte mostró un Betis más combativo, pero igual de ineficaz. Pellegrini movió el banquillo en busca de soluciones, con la entrada de Chimy Ávila e Iker Losada, pero la mejora fue insuficiente para amenazar la portería de Álex Remiro. Las pocas ocasiones claras fueron desaprovechadas, incluida una jugada de Ez Abde que cedió mal a Lo Celso cuando podía haber definido. Jesús Rodríguez, el más destacado del equipo, tuvo una oportunidad con un cabezazo que se marchó fuera.
El problema principal del Betis parece radicar en la falta de recursos debido a las numerosas lesiones que han golpeado posiciones clave. Jugadores fuera de rol y la falta de recambios de calidad están pasando factura, afectando tanto al rendimiento como al estado anímico del equipo. La defensa, particularmente vulnerable, sufrió constantemente ante las internadas de Kubo y Muñoz, mientras que la delantera sigue mostrando una preocupante inoperancia.
Esta derrota pone de manifiesto que al Betis le falta algo más que suerte para revertir su situación. La falta de confianza, sumada a un esquema táctico que parece agotado, refleja un equipo sin identidad y con demasiadas dudas. Si bien las lesiones son una excusa válida, no justifican los errores individuales y la falta de intensidad que se repiten jornada tras jornada. Pellegrini, reconocido por su experiencia y temple, debe buscar soluciones inmediatas para evitar que la temporada se convierta en un desastre.
El próximo reto será el miércoles en Copa del Rey contra el Sant Andreu, una oportunidad que puede servir para recobrar confianza y evitar que la crisis se agrave. Sin embargo, más allá del torneo del K.O., el Betis necesita un mercado de invierno que refuerce posiciones clave y recupere la competitividad perdida. Sin refuerzos y sin cambios en el planteamiento, el riesgo de una temporada decepcionante es cada vez más evidente.