
El Real Betis regresó de Mestalla con una derrota que deja más dudas que certezas. En un partido marcado por las interrupciones y el homenaje a los afectados por la DANA, los verdiblancos sucumbieron ante un Valencia CF que supo explotar las desconexiones béticas en un tramo clave del segundo tiempo. Pese a las bajas, como reconoció Marc Bartra tras el encuentro, no hay excusas para regalar diez minutos de este calibre en una competición de primer nivel.
El encuentro comenzó a ritmo pausado, con ambos equipos tanteándose y mostrando poco fútbol. Sin embargo, el Valencia encontró su premio pronto, aprovechando una jugada ensayada en un córner. Tárrega marcó tras un disparo bloqueado de Barrenechea, dejando en evidencia la falta de concentración en la zaga bética.
El Betis reaccionó bien al golpe inicial. Aitor Ruibal botó una falta lateral que, tras un desvío desafortunado de Hugo Duro, terminó en el fondo de la portería de Mamardashvili. El empate devolvió las tablas al marcador, pero las interrupciones por problemas en la grada enfriaron el ritmo de juego.
En ese tramo, los de Pellegrini tuvieron las mejores sensaciones. Con Sergi Altimira y el debutante Carlos Guirao liderando en el medio, el Betis mostró destellos de buen fútbol. Ez Abde estuvo cerca de adelantar a los verdiblancos, mientras que Diego López mandó un cabezazo al palo para el Valencia. Incluso Bartra rozó el gol tras un córner, pero todo quedó en intentos aislados.
Si la primera mitad dejó algo de esperanza, el inicio del segundo tiempo fue un desastre absoluto para el Betis. En apenas diez minutos, el Valencia marcó tres goles que sentenciaron el partido. Hugo Duro firmó un doblete, aprovechando primero un rebote tras un disparo de Javi Guerra y luego un pase filtrado del mismo centrocampista que lo dejó solo ante Rui Silva.
La defensa bética fue un caos: líneas desordenadas, poca intensidad y errores individuales que facilitaron las transiciones rápidas del Valencia. Diego López puso la puntilla con una volea precisa tras un mal despeje de Bartra, dejando el marcador 4-1 en el minuto 56.
Bartra, en el postpartido, fue claro: “Tenemos muchas bajas, pero eso no es excusa. No se pueden regalar diez minutos así jugando en Primera División”. Y tenía razón. El Betis, pese a sus ausencias, debe mostrar un nivel competitivo que evite este tipo de desconexiones.
Con el marcador muy cuesta arriba, Pellegrini intentó reaccionar desde el banquillo. Introdujo a Bakambu, Chimy Ávila y Lo Celso, y fue este último quien recortó distancias con un golazo desde la frontal que recordó el talento del argentino. Sin embargo, ya era demasiado tarde.
Pese a acumular delanteros como Juanmi y Assane en el tramo final, el Betis no consiguió maquillar más el resultado. Para colmo, el árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea ignoró un posible penalti sobre Vitor Roque, lo que terminó de desesperar a los verdiblancos.
El 4-2 final es un reflejo de las carencias actuales del Betis. Las bajas pesan, pero no pueden servir como excusa para desconectarse en momentos clave. Este equipo, que aspira a competir en varios frentes, debe corregir urgentemente su fragilidad defensiva y su falta de contundencia en ambas áreas.
Pellegrini tiene trabajo por delante. Más allá de los nombres o las ausencias, el problema parece ser de actitud y concentración. Regalar diez minutos en Primera División no es tolerable, y el Valencia lo aprovechó al máximo. Ahora, el Betis debe mirar hacia adelante, pero con una lección clara: en este nivel, cada error se paga caro.
