Allá…
Allá donde los suspiros son la llave del museos de los sentimientos, allá donde los latidos se aceleran sin necesidad de pisar el pedal a fondo, allá cuando las excusas se convierten en recursos, allá donde y cuando no hacen falta excusas porque los recursos se presentan por arte de magia.
Allá donde hacer magia de la palabra es un arte menor, allá donde un detalle minúsculo es un verso endecasílabo de rima consonante en consonancia con el resto de tu poema, allá donde un apretón suave de manos hace por miles de puentes inundados de candados.
Allá donde un candado no se convierte en atadura, allá donde la vida confunde y disfraza lo maquiavélico tintándolo de matices pastel, allá donde se agigantan las responsabilidades, allá donde corretean torpemente los pies más pequeños, allá donde los ecos de las risas superpone los ja con los je, allá donde todo es paz en medio de la tempestad, allá es…