
En el jardín de los sueños,
donde la naturaleza florece,
vuelan con gracia y encanto,
las libélulas, hermosas y leves.
Sus alas, como cristales,
reflejan los rayos del sol,
mientras danzan en el aire,
con movimientos llenos de pasión.
Sus cuerpos, delgados y finos,
se deslizan con elegancia,
como pequeñas joyas voladoras,
que adornan la danza de la esperanza.
Con colores brillantes y vivos,
pintan el cielo de emociones,
azules, verdes y dorados,
en cada una de sus vibrantes acciones.
Son mensajeras del viento,
portadoras de secretos del universo,
susurran historias olvidadas,
en cada aleteo disperso.
Las libélulas, criaturas mágicas,
nos enseñan a volar sin miedo,
a seguir nuestros sueños,
y a vivir cada día con anhelo.
Así que admira su vuelo grácil,
y deja que te inspiren con su esplendor,
las libélulas, siempre presentes,
nos recuerdan que el amor es eterno.
