Fuego que me enciendes hasta llegar a los Infiernos.
Fuego que eres, me quemé al acercarme, al sentirte y entre tus llamas ardíamos siendo también fuego.
Bocas de dos volcanes que se abren y abren y recorren camino; camino en llamas.
Fuego que con fuego juega, con fuego convive, con fuego que eres.
Fuego que presume de serlo, incandescencia constante y espontáneo.
Dos fuegos, uno solo y hoy, tu fuego consiguió apaciguar el mío, sin rescoldos, sin cenizas…
Que nunca se apague el nuestro, el tuyo, el mío, con el que juntos nos quemamos, con el que estaremos más cerca de ese infierno que tanto nos divierte.
