
Llegará un día que me marcharé,
porque nada dura para siempre.
Cuando llegue ese día, ya no estaré
y la culpa será solo mía, claramente.
El recuerdo perdido en el ambiente,
sin más presencia, sin presente.
Alguna palabra, entre la bulla, ausente.
y como aroma, un olor recurrente.
Como un duelo en el viejo oeste,
sin esconderse, ¡paso al frente!
Suenan disparos, huye la gente.
Comienza la huida del disidente.
El camino del valiente,
cementerio del inconsciente.